Test BMW R nine T Urban G/S: tributo cargado de adrenalina

Test BMW R nine T Urban G/S: tributo cargado de adrenalina

Unos 180 kilómetros por algo de curvas, pequeños pueblos y un mayor tramo de carreteras, pueden ser suficientes para enamorarte. Al menos eso fue lo que nos sucedió en Altorque cuando tuvimos la posibilidad de involucrarnos en una experiencia de manejo de la BMW R nineT Urban G/S.

Es la hermana que completa la gama Heritage, inaugurada por la R nine T. Y dejemos en claro que aunque comparten el motor bóxer de 1.170 centímetros cúbicos, horquillas y muchos otros datos de fabricación, cada una sabe tener un sello propio.

Y esta máquina vaya si lo tiene: un dato que el conocedor de la marca no dejará pasar: sus ruedas llevan llantas en rayos y en su relojería o instrumentación hay mayor minimalismo gracias a la presencia de un único elemento indicador de velocidad y unos cuantos datos más.

¿Pureza retro? Bueno, algo por ahí. Esta versión preparada para regalar emociones sobre tierra a brazos expertos (no la recomendamos a novatos ahí donde no hay pavimento).

Somos convencidos de que representa un tributo de fuste a la pionera R80 G/S de la que toma, por ejemplo, la parte plástica alrededor del faro delantero, la instrumentación minimalista consistente en un solo reloj, los fuelles de goma de la horquilla y la similitud de sus colores con ese asiento rojo que le confiere un lacrado irrepetible.

El año pasado pudimos probar la R nineT Pure y abriendo este 2018, la pista y el circuito fue el escenario para cabalgar en su hermana más deportiva, la R nineT Racer. A todas las hermana el motor bóxer bicilíndrico de 1.170 centímetros cúbicos con 110 caballos y un par motor fenomenal de 116 Nm.

Pasamos por una estación de servicio en el sector de San Esteban, cerca de Los Andes, donde la Urban G/S hizo notar su presencia entre lo deportivo y lo más salvaje. Bueno, en el caso de la edición probada, algo de ello transmiten sus neumáticos con notorios tacos en llantas de radios para ir por la vía no asfaltada.

La conquista, su conquista, prosigue con su pronunciada línea horizontal: se suceden los elementos de la carrocería en blanco, así como un asiento trasero estrecho y ligeramente más largo en rojo. El motor y el chasis en negro no hacen más que rubricar el encantamiento que provoca.

Su manillar va ligeramente elevado, la superficie del asiento alargada y un poco más gruesa y los reposapiés traseros son más amplios para que la experiencia de conducción sea más relajada y segura. La altura del asiento de serie es de 850 mm gracias a un asiento más bajo que es opcional y cuya tarea es dar más estabilidad a pilotos de todas las estaturas.

Rumbo a la capital y serpenteando ya la autopista Libertadores y luego la Radial Nororiente nos divertimos con generosas cuotas gracias a la contundencia de su manejo y la maestría de su hechura.

De las zonas con tierra, cuya experiencia más cabal quedará para otra cita, nos queda la idea de que quizás demande algunos ajustes que la dejen “más trail”, pero por neumáticos, suspensiones y frenos, cero problema.

Lo cierto es que con o sin asfalto, la moto entrega emociones y eso la hace única. Las rectas de autopista me dejaron acelerar con profusión y su respuesta fue vigorosa, como era de esperara de esta ingeniería que cientos de miles en el mundo entero apuntan como su favorita.

En el cierre, nos vamos para la casa con una sonrisa difícil de borrar. BMW lo hizo otra vez y su gama Heritage reclama con documento en mano que esta R nineT Urban G/S es toda una exponente.

Ficha

Motor: 1.170 cc. Potencia: 110 CV a 7.750 rpm. Par motor: 116 Nm a 6.000 rpm. Transmisión: Mecánica 6 marchas. Largo: 2.105 mm. Altura asiento: 805 mm. Peso: 220 kilos. Estanque: 17 litros.

Por Alexis Cares